Todas sabemos la gran carga emocional y humana que acompaña a la novela romántica. Es una oportunidad de oro para generar conexión con los lectores y sumergirles en un género poderoso que les cautive y fidelice. Pero, ¿por qué la novela romántica es capaz de generar un vínculo tan profundo en los corazones de los lectores? Una de las respuesta se achaca a la habilidad del escritor para tejer tramas secundarias complejas y significativas dentro de su estructura narrativa. Estas tramas ideadas, lejos de ser simples acciones que decoran y entretienen, desempeñan un papel fundamental para enriquecer la historia principal y aportan a nuestra novela una profundidad y realismo únicos. La importancia de las tramas secundarias en novela romántica es un hecho innegable.
La Complementariedad de las Tramas Secundarias
Tenemos que pensar que las tramas secundarias no son acompañantes decorativos en nuestra historia, sino que funcionan como hilos que se tejen poco a poco y refuerzan y enriquecen la trama central de nuestra relación. Al tener subtramas poderosas que involucran a otros personajes, presentan problemas o desafíos, las escritoras tienen oportunidades maravillosas para destacar otras aristas o aspectos de los protagonistas principales.
Las tramas secundarias pueden aportar datos sobre el pasado, deseos, miedos, frustraciones de los personajes principales permitiendo a los lectores tener una visión más completa y conocer mejor a las personas a quienes van a acompañar durante todas las páginas. Además, esto favorece mucho la creación de vínculos profundos. Conocer a un protagonista a nivel superficial causará un distanciamiento emocional con él y no nos preocuparán tanto sus vivencias. Sin embargo, si se abre en canal y demuestra su corazón y expectativas, la relación establecida garantizará algo más profundo.
Generan tensión y expectación
Otra de las funciones de las tramas secundarias es servir de herramienta para crear y mantener una tensión a lo largo de la novela. Introducir problemas, conflictos u obstáculos adicionales mantienen a los lectores en vilo. Estos desean descubrir cómo se resolverán esas situaciones y qué medidas o acciones emprenderán los protagonistas para solucionarlas. Esa incertidumbre que han generado las tramas secundarias aporta un extra de ansiedad o necesidad de que se resuelva la trama romántica principal por miedo al qué podrá ocurrir.
Por ejemplo. Una trama secundaria podría presenta a una rival potencial en el amor de uno de los dos protagonistas. Esto crea una competencia y una carga emocional que repercute en los lectores quienes seguirán los capítulos hasta que se desvele quién se quedará con el corazón del personaje.
Profundiza en la ambientación
No podemos olvidar que el entorno o la ambientación forma parte de las cosas en las que puede contribuir una trama secundaria. Los autores pueden explorar escenarios, contextos culturales, políticos, laborales… que permitan dar vida o desarrollar la historia que han creado. No solo mejora y aporta credibilidad a la narración sino que brinda a los lectores una experiencia más inmersiva.
Por ejemplo, imagina que la historia se desarrolla en un pueblo de montaña. A través de una trama secundaria que se centre en el declive de la industria maderera de la zona puedo explicarte todo el entorno (montañas, nieve, conexiones de carreteras…), así como la situación sociolaboral de la zona (paro, crisis, malestar), oficios, personajes secundarios… Con una sola trama secundaria que he añadido puedo contribuir a que el lector tenga una visión más panorámica del escenario en el que se desarrolla la acción haciendo que la ambientación forme parte activa.
Alivio y contrapunto emocional
Por supuesto, las tramas secundarias nos permiten dar y tener un respiro emocional de la trama principal. En ocasiones he leído novelas que solo se centran en desarrollar el romance principal y al final, esa obsesión se convierte en una tarta de azúcar glas: empalagosa e imposible de terminar. Aportar tramas secundarias da valor a nuestra historia y, al mismo tiempo, nos permite dosificar la intensidad de la trama principal. Nos permite centrarnos en otra cosa, tener respiros y poder ver algo más complejo.
Ejemplo. Siguiendo el tema anterior. Imagina una novela en la que una joven llega a un pueblo maderero para ocupar un cargo importante en una empresa que está a punto de cerrar con el objetivo de evitar la bancarrota pero se termina enamorando de uno de los trabajadores. La trama principal sería ese romance apasionado PERO la subtrama que aliviará la tensión entre tanto romance serán los entresijos laborales y el trabajo en equipo para salvar la fábrica.
La importancia de las tramas secundarias en novela romántica: Conclusión
En definitiva, tenemos que pensar que las tramas secundarias son como las hebras de una tela que deben entretejerse de forma armónica entre el hilo de nuestra trama principal. Le aportará valor, la reforzará, le dará cohesión y un significado extra. Le aportará una dimensión nueva a la novela y permitirá que los lectores tengan una experiencia inmersiva y auténtica. Nuestro objetivo es crear vínculos entre los lectores y nuestros personajes y sus tramas así que tenemos unos poderosos aliados a los que debemos recurrir para que nuestra historia sea la más nutrida y compleja posible. Llegado a este punto te pregunto ¿has visto la importancia de las tramas secundarias en novela romántica?
Me gustaría recordarte que puedo ayudarte a trabajar tu novela para revisar la trama y subtramas de la historia. El servicio de informe de lectura editorial te ayudará a analizar el contenido de la obra para conocer cuáles son los puntos que generan fricción y los elementos que deberían mejorarse una vez terminado el proyecto. Por otro lado, si quieres asegurarte de si tus tramas y subtramas están bien establecidas antes de comenzar a escribir, puedo trabajar contigo la escaleta y corregirla.
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