Su reciente victoria en la corte ha subido su ánimo y reforzado su posición social. Su nueva amistad, con el duque, le ha permitido acceder a un grupo de amigos tan sofisticado como gorrón que tiene demasiada predilección por las fiestas y el alcohol. De alguna forma, sentirse aceptada por esos rufianes hará que nuestra querida heredera se vuelva ligeramente arrogante y vanidosa. Sin embargo, las cartas y las presiones sociales para reclamar su herencia no han finalizado tras el juicio, al contrario, han abierto la veda pública y tendrá que buscar en su sabio abogado un consejo. ¿Cuál será? Por otro lado, por fin se da rienda suelta a la incipiente relación que hemos estado observando a lo largo de la temporada entre el joven señor Parker y el duque. Esta trama, tan arriesgada como bien conducida, ha sido una delicia para nuestro corazón y al mismo tiempo, su mayor tormento. No puedo describir lo emocionada que me sentí cuando por fin pude ver una sonrisa de pura felicidad en el rostro del señor Parker al encontrar a una persona que respondía a sus sentimientos. Sin embargo, sus planes de futuro se truncan rápido pues el destino y la madre del duque, son caprichosos. Nunca he escuchado una conversación tan dura y reveladora como la que mantiene el duque con su madre. Duele. Mucho. Pero más duelen las consecuencias que acarrea. ¿Cuáles? La señorita Lamb necesita un marido para alejar a los cazafortunas e interesados en robar su herencia y el duque, una esposa para acallar sus inclinaciones. ¿Solución? Un matrimonio sin felicidad que hiere los corazones de todos. Incluidas nosotras.

 

 

Alejando nuestro foco de esta situación, aunque no del drama, tenemos a la sobrina del señor Colbourne. Su romance con el odioso señor Denham avanza a pasos agigantados. Y aunque podemos reconocer claramente los sentimientos de la señorita porque, por favor, es adorable y tierna; sigo desconfiando de las intenciones de él. Lo siento, lo siento. Puede que entre vosotras haya quien espere que este personaje se haya reformado pero sigo viendo una oscuridad mezquina en él tras dos temporadas siendo el horrible villano. Sin embargo, la inesperada intervención de Charlotte que, sin saberlo, da un mal consejo, termina con la fuga de la joven y el caballero para poder dar rienda suelta a su amor puesto que no cuentan con el beneplácito de su tío. Pero la dosis de drama no termina en este capítulo porque Charlotte, nuestra querida Charlotte, tiene que afrontar las consecuencias de ese beso compartido con su amante. ¿Amante? ¡Qué gusto da decir esa palabra en esta época! Todas sabemos que el corazón de esta señorita late fuerte por el señor Colbourne y que realmente se está engañando al mantener la farsa de un matrimonio con el granjero. Lleva semanas posponiendo regresar a casa y es que es más que evidente que no desea regresar y no desea casarse.