De Sanditon a Orgullo y prejuicio: ¿qué tienen en común los héroes de Jane Austen? Desde el famoso Mr. Darcy de Orgullo y Prejuicio hasta el atormentado y oscuro Sidney Parker de Sanditon, los galanes creados por Jane Austen siguen enamorando a millones de lectoras en todo el mundo dos siglos después de cobrar vida. Pero, ¿qué tienen estos personajes? ¿Por qué son capaces de enamorarnos con tanta facilidad?
Hoy quiero analizar los aspectos o rasgos que comparten los héroes de nuestras novelas favoritas de Jane Austen analizando cómo su legado continúa inspirando cientos de nuevas novelas románticas como las que yo misma escribo.
¿Qué define a un héroe austeniano?
Orgullo, prejuicio y vulnerabilidad.
Tomaremos como punto de partida a nuestro galán favorito, el señor Darcy, y analicemos la evolución que presenta a lo largo de la historia. Comienza como alguien arisco, bruto, antisocial, altivo y con tendencia a la arrogancia y el prejuicio. Pero, ¿qué le ocurre a lo largo de la historia? La presencia de nuestra heroína termina por revelar su verdadera identidad abandonando ese caparazón que tiene para protegerse. Muestra su máxima vulnerabilidad al exponer sus sentimientos.
Un cambio profundo a lo largo de la historia.
Del día a la noche. Esa es la promesa que nos hace la autora con sus personajes. No son personajes estáticos, tiene vida y emociones. No empiezan siendo perfectos. Al contrario: son orgullosos, testarudos y emocionalmente inaccesibles. Pero a medida que se enfrentan a su errores y, sobre todo, a la resistencia y desafío que encuentran en la heroína, sus muros caen y revelan al hombre que hay detrás.
Por ejemplo, Darcy, nuestro galán por excelencia, no comienza siendo encantador. Pero si se revisa su transformación no solo es poderosa sino natural y consistente con la trama.
Su cambio no es caprichoso. Es Elisabeth quien lo empuja a abrir los ojos. No lo persigue ni trata de complacerlo: lo confronta, lo reta, lo deja reflexionar. Y ese rechazo por parte de ella es lo que le impulsa a mejorar como persona.
El hombre que escribe la carta final y que ayuda a Lydia y a su familia es un hombre transformado por el poder del amor.
Mr. Darcy, el molde perfecto para el héroe romántico
¿Por qué nos sigue fascinando este personaje?
Es evidente que no solo su porte y elegancia llama la atención de las lectoras, ni tampoco que tenga una renta más que considerable o una finca que dejaría cualquiera con la boca abierta. Lo que nos fascina es la complejidad de su carácter. Es reservado, profundamente leal y solo muestra su afecto y vulnerabilidad con sus seres queridos. Es un hombre que se contiene, que sabe mantener las formas, que se adelanta a todo pero que, al mismo tiempo, tiene un misterio a desentrañar… y eso le hace irresistible.
Pero no podemos negar que a las lectoras de romántica nos gusta sufrir y por ello admiramos los silencios cargados de significado, las miradas penetrantes y auténticas… Él no es un hombre débil o que pueda mostrar debilidad y nuestra heroína consigue desarmarlo por completo. Esa transformación es lo que genera un verdadero magnetismo hacia su personaje.
Sidney Parker: el Darcy de Sanditon
Sanditon fue la última obra que Jane Austen comenzó a escribir antes de su fallecimiento y aunque quedó incompleta, la adaptación televisiva nos ofreció una versión modernizada y emocionalmente compleja de su personaje masculino, Sidney Parker. Su personaje sigue ciertos patrones de conducta de los personajes que ya habían protagonizado las anteriores historias de la autora: reservado, herido, y transformado por el amor.
¿Quién es y por qué le amamos?

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SANDITON on ITV
Pictured: Sidney Parker (THEO JAMES).
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Sidney aparece como un personaje enigmático, con una actitud cortante, desafiante y con una actitud hacia el deber muy recta. Tiene carisma y temperamento pero también un muro emocionalmente bien construido para mantenernos alejadas de él. Llega a Sanditon por obligación debido a la situación financiera de su familia y su primer encuentro con Charlotte es casi una réplica de ese primer choque entre Darcy y Elisabeth: una conversación tensa, con juicios de valor precipitados y una chispa que parece emerger silenciosa.
Pero, amigas, lo que nos atrapa de este personaje es lo que oculta tras la máscara. Un hombre que ha amado, sufrido y que no quiere volver a romperse. ¿Hay algo más bonito que eso? ¿Ese miedo al rechazo y al dolor para construir una historia romántica? El amor le ha herido en el pasado pero la presencia de Charlotte romperá poco a poco sus fronteras.
Y aquí es donde Sidney se convertirá en el nuevo Darcy de la historia con una transformación progresiva. ¡Precioso final de primera temporada de Sanditon!
No obstante, más allá de estas semejanzas entre los dos personajes masculinos de Orgullo y Prejuicio y Sanditon podemos sacar muchos elementos diferenciadores.
Lo que los héroes de Austen me enseñaron como escritora
Después de leer las novelas de Jane Austen en incontables ocasiones y ver sus adaptaciones a la gran y pequeña pantalla muchas más veces puedo confesar, sin ningún tipo de pudor, que estoy tremendamente influenciada por ella como escritora y como amante del amor.
Los personajes de Darcy y Sidney, tan complejos como enigmáticos, me han proporcionado referentes masculinos para valorar la importancia de la transformación coherente y necesaria de los personajes en una historia. El poder que tienen las emociones y las esperanzas afectivas en el avance de un personaje desde el inicio hasta el final de la obra. Porque, si un personaje no experimenta una fluctuación o un cambio en la obra no llevará al lector por ese mismo viaje.
Trabajar las emociones del personaje femenino es importante porque ayudaremos a que la lectora se sumerja entre nuestras páginas pero si jugamos correctamente nuestras bazas y orquestamos un gran plan para trabajar con intensidad a nuestros galanes de novela habremos hecho algo fascinante: enamorar a las lectoras con hombres auténticos.
Las lectoras son idealistas pero también realistas y por ello, esperan encontrarse el amor pero en un hombre que sea auténtico y creíble. No quieren cosas sacadas de la chistera ni excusas o recursos de última hora. Tenemos que llevarlas de la mano en esta transformación.
¡Gracias por llegar hasta aquí! Soy Patricia García y me encanta compartir mis historias y reflexiones contigo. Si quieres seguir mi viaje literario, te invito a seguir leyendo mi blog y a acompañarme en mis redes sociales:
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