Clichés en novela romántica enemies to lovers
Uno de los conceptos altamente respetados, repetidos y aceptados por las escritoras y lectoras del género de novela romántica son los clichés literarios. Sin duda, uno de los favoritos entre el público y si me lo permitís, mi preferido por excelencia, es el enemies to lovers. Explicaré brevemente la esencia de este concepto para que podamos comprender el post. ¿No habéis leído alguna vez una historia en la que dos enemigos mortales que se repudian, asquean, odian y desean lo peor terminan abrazados y confensando su amor bajo las estrellas? Eso queridas lectoras es un maravilloso enemies to lovers.
Bajo mi punto de vista, este clichés de novela romántica es uno de los más complicados de ejecutar por la complejidad no solo en el arco de desarrollo de los personajes (que requieren una evolución no solo personal, sino también, en su relación) sino de la propia trama. Nunca olvidemos que una historia se compone de varios elementos cruciales para que todo se desarrolle de forma satisfactoria: trama y personajes. Y en este caso, tenemos que lograr que ambos caminen de la par para convertir a dos personas que se odian en los perfectos amantes.
Si deseais formaros en la creación de un romance que sea creíble desde el principio, que se asiente en buenos cimientos y permita la evolución correcta, no solo del arco del desarrollo de cada protagonista sino que concluya en un maravilloso final feliz para ambos, os recuerdo que tenéis disponible en la web el curso “Cómo crear el romance perfecto”
Top 1 de clichés en novela romántica
Quiero aprovechar este post para recopilar algunas de las historias que han utilizado este cliché de forma más que satisfactoria y correcta y nos han brindado, al mismo tiempo, unas apasionantes historias de amor. Siemp se ha dicho que del amor al odio hay un paso y es cierto. Sin embargo, crear una historia romántica que parta del odio y culmine en el placer y la satisfacción en los corazones de nuestros personajes requiere de habilidad, planificación y sentimientos.
Personalmente considero que es un concepto que la mayoría de las escritoras de romántica amamos plantear en nuestras novelas. Algunas personas nos pueden plantear: ¿no os cansáis de recrear siempre el mismo concepto? La respuesta es no. Todas sabemos que nuestras historias tienen que terminar con un final feliz pero como siempre digo, es precisamente ese viaje hasta la meta lo que hace vibrar nuestros corazones. Por ese motivo el enemies to lovers es tan satisfactorio porque nos mantiene enganchadas, nos exaspera, nos excita, nos abruma, nos captura, nos hace odiar a los personajes y desear que sus labios se junten. ¿Acaso alguien podría aburrirse de esta gran montaña rusa?
Novela romántica histórica con enemies to lovers
Porque es mejor demostrar las cosas con ejemplos a continuación os proporciono un listado de novelas cuyo romance se centra en un enemies to lovers.
Hazme amarte (Johanna Lindsey)
Hasta en las mejores familias existe la discordia. Dos familias enfrentadas, un matrimonio de conveniencia y una nula predisposición al amor solo pueden ser los ingredientes de un intenso enemies to lovers. La maestra del romance nos da una magistral clase digna de seguir a todas las amantes del género romántico histórico.
La picardía de Lady Susan (Patricia García Ferrer)
La segunda parte de la serie Cavendish ha sido y será una de las novelas más divertidas y liberadoras de escribir. Susan encuentra a su perfecto rival en el amor. Un hombre capaz de enloquecerla, hacerle suspirar y sacar lo mejor que hay en su interior. Una historia picante y llena de tensión que parte de dos personas incapaces de soportarse pero cuyos cuerpos y corazones parecen comprenderse a la perfección. Un romance que se irá consolidando conforme Susan y Benjamin descubren el significado del amor entre discusiones, encuentros y besos.
Te robaré el corazón (Patricia García Ferrer)
En este caso, me permito la osadía de recomendar una de mis propias novelas. Gwen y Gabriel son dos personas que aunque tienen muchos puntos en común se dedican a la misma profesión clandestina que les obliga a ser rivales hasta que una maldita (o bendita, depende del punto de vista) les plantea un reto en común. El odio, las discusiones, los gritos… todo está a la orden del día para generar una tensión óptima que derive en el mayor de los romances.
Orgullo y prejuicio (Jane Austen)
Subestimamos el poder de la intuición pero todas sabemos que Orgullo y prejuicio es un claro ejemplo de enemies to lovers. Darcy y Lizzy se odian desde el primer momento (o eso parece, al menos) y poco a poco van encontrando el camino hacia la reconciliación.
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